¿Hecho real?, ¿Una simple alucinación? Un buen recuerdo de la clase de español de décimo mientras discutíamos acerca de la literatura Gótica, un minicuento con una interpretación superficial de lo mas seguro en esta vida...

Una noche de
otoño, casi comenzando el invierno, un
deseoso viaje surgió inesperadamente.
Agarré un libro y salí en mi auto. Lloviznaba y las pequeñas gotas resbalaban
del parabrisas.
De repente,
un ruido extraño detuvo el auto y alrededor solo el frío y la oscura nada.
Observo bien. Diviso una pequeña luz titilante Que sale de una humilde casa. Me
acerco y veo por la ventana de la
cocina. La miseria es notable. Un espectro en su interior me aleja del lugar.
Una brisa
congelante invade mi ser. La lluvia se torna fuerte. Súbitamente un trueno en
el horizonte me enseña su furia, su
honestidad, su trabajo.
Una figura
cadavérica sale detrás del auto. Aterrado corro a la nada. ¿Qué pasa? No lo
entiendo. ¿Es un simple juego? Siento su presencia. Ella me ha llamado. Me ha
buscado. Me ha encontrado… Ha encarado mi alma. Me ha provocado. ¿Ella se ha
ido? Me ha enseñado a no temerle. ¿He vencido mis miedos?
Estoy
sentado en mi auto. Amaneció. Los cálidos rayos de sol acarician mi cara como
el viento acaricia el mar. ¿Fue solo un sueño? En el asiento delantero, un
pergamino sobre el libro me demuestra que no fue un sueño. Lo viví. Leo claramente
lo que dice: “volveré”.